Blog & noticias

¿Por qué los gatos amasan con sus patas?

Amasar es uno de esos comportamientos felinos que despiertan ternura inmediata. Desde cachorros, los gatitos amasan el vientre de su madre mientras se alimentan, ayudando así a estimular el flujo de leche. Este gesto instintivo queda asociado a una sensación de confort, protección y satisfacción que los acompaña a lo largo de su vida adulta.

Cuando un gato adulto amasa una manta, tu regazo o incluso tu barriga, está replicando esa sensación de bienestar. Es una señal de que se siente cómodo, seguro y que confía plenamente en su entorno. No es raro ver a los gatos ronronear mientras amasan, reforzando aún más esta conexión con el placer y la relajación.

Además de ser una expresión emocional, el amasado cumple una función práctica. Los gatos poseen glándulas odoríferas en las almohadillas de sus patas, por lo que al amasar están dejando su olor en los objetos o personas que consideran «suyos». Es, en definitiva, una forma de marcar territorio de manera afectuosa.

Sin embargo, si el comportamiento se vuelve excesivo o va acompañado de otras conductas como lamer compulsivamente o morder, puede indicar ansiedad o estrés. A veces, los gatos que fueron destetados demasiado pronto tienden a amasar más intensamente a lo largo de su vida. Consultar con un veterinario o un etólogo felino puede ayudar a manejar esta conducta si empieza a ser problemática.

Entender el amasado es una oportunidad para conectar más profundamente con tu gato, respetando sus tiempos y espacios. La próxima vez que tu minino comience a «amasarte», recuerda que está compartiendo contigo un gesto ancestral de amor y confort.